AVISO A NAVEGANTES: Este no es un post sobre Gestión Eficaz del tiempo, sino una invitación a parar y reflexionar sobre el coste oportunidad de no distinguir que SER PRODUCTIVO NO ES PRODUCIR MUCHO.
Nuestro sistema educativo y laboral, AÚN, nos entrena a PRODUCIR. Y si no, te invito a hacerte esta pregunta: ¿cuántas veces te has dicho a ti mism@ tras una jornada laboral, «tengo la sensación de que hoy no he hecho nada»?, y todo y mucho, porque no has enviado/contestado/gestionado una cantidad cuantiosa de emails, porque no has «solucionado» otra cantidad X de asuntos/temas/brownies, porque no has estado danzando de una reunión a otra, llegando tarde y mal, porque no has estado de la zeca a la meca, corriendo como pollo sin cabeza…
Este es el mal de la mal entendida Productividad.
Somos/estamos entrenados para PRODUCIR, para GENERAR… SOMOS PRODUCTORES, SOMOS HACEDORES; nos pasamos gran parte de nuestras horas de vigilia «productivas» (pensando que las horas de sueño de descanso no lo son) haciendo; y así nos sentimos bien, y además supereficaces.
Cabría otra pregunta, ¿pero somos también supereficientes? En términos de eficacia y eficiencia, en este último caso se añade un factor corrector de utilización de recursos, cuán eficaz eres con menos utilización de recursos. Y aquí entra la PRODUCTIVIDAD. Pero esta no es nuestra cuestión hoy, sino realmente preguntarnos:
¿somos más productivos produciendo más?
Tweet
Probablemente, este sea el cuento que nos han querido y nos hemos querido contar (en terminología de coaching la «creencia»), de que para ser eficientes y productivos, tenemos que producir mucho (y además bien). Y medimos esta «producción», en función del número de cosas (tareas) realizadas, personales y profesionales.
Y si no, que levante la mano quien no se haya dicho alguna vez «!hoy he hecho un montón de cosas! he sido muy productivo»!
En mi dia a dia, trabajando con personas y con equipos las siguientes declaraciones son una constante: «no tengo tiempo», «no llego», esto a nivel personal y a nivel de equipos, lo mismo: «no llegamos», «no tenemos tiempo», «no podemos pensar», «vivimos en urgencia permanente», «no tenemos recursos suficientes», «no tengo tiempo ni para pensar» y siempre subyace una sensación de baja productividad.
Durante años, en la escuela como en el trabajo, nos hemos focalizado en hacer tareas. Estar tan pegados a la tarea nos lleva a pensar que cuando no producimos, no sólo perdemos el tiempo, sino que disminuye nuestra capacidad (sensación) productiva. Nuestro tiempo, nuestra agenda deben estar ocupados por tareas, esas famosas listas de «To do».
¿Qué espacios nos dejan estas «creencias»?. Entraría aquí traer la famosa Matriz de Eisenhower, sobre urgente vs importante, y que, será objeto de otro rato de reflexión, para mi hoy lo importante es despertar la consciencia de que:
el foco en la tarea impacta en nuestra productividad, pero sobre todo lastra nuestra capacidad creativa
Tweet
En la situación que estamos viviendo y que nos ha hecho modificar la gestión habitual de nuestro dia a dia, adelgazando nuestras agendas (seguro) de reuniones y más reuniones, y de urgencias (la jerarquía de prioridades ha cambiado), quizá haya un espacio de oportunidad y lo vivamos de dos posibles maneras:
- Pensando que estamos siendo poco productivos
- Cuestionando y cambiando la creencia de que cuanto más producimos más productivos somos
Llevamos mucha inercia de «pollo sin cabeza», pero os invito a posicionaros en el segundo escenario.
Y porqué no dejar también que nuestro cuerpo, nuestra mente aprenda a perder el tiempo; no es tiempo perdido, seguro! nos enseñara muchas cosas sobre nosotros y nuestras capacidades.
¿QUIERES IMPULSAR TU LIDERAZGO O EL DE TU EQUIPO?
podemos ayudarte
ÚNETE AL BLOG POR EMAIL, RECIBIRÁS UN CORREO ELECTRÓNICO DE CADA ACTUALIZACIÓN
ÚNETE AL GRUPO DE LINKEDIN REGULATORY3.0: MAS ALLÁ DE LAS COMPETENCIAS TÉCNICAS
SIGUE A REGULATORY3.0 POR RSS
Comentarios recientes