La pasada semana he leído varias noticias en los medios relacionadas con la vigilancia del Cumplimiento Regulatorio en las Empresas. La reforma 2015 del Código Penal extiende la necesidad de integrar el Compliance a todos los sectores y tamaños de empresa, incluidas las Pymes.
El sector farmacéutico por su extensa e intensa regulación tiene una larga trayectoria en esto del Cumplimiento Regulatorio. El sector Financiero y de Banca, entre otros, también lo ha incorporado.
Las escuelas de negocio suben la apuesta por formar a expertos en Compliance.
La consultora Hays, en su Guía del Mercado Laboral 2016 lo sitúa como el perfil jurídico más buscado en la actualidad.
Es el Compliance Officer (directores de cumplimiento normativo) y es una de las profesiones del futuro. Lo llaman «asuntos internos». Las unidades de asuntos internos son un «mal necesario» en cualquier cuerpo de seguridad serio. Todos hemos escuchado en las películas americanas hablar de «los de Asuntos Internos». También se dice de ellos que su trabajo ha de ser fino, riguroso y pulcro. Al Compliance Officer se le atribuye además, que dada la naturaleza de sus responsabilidades, conviene que posea»picardía para intuir la ocultación de un riesgo y valor para hacer valer su autoridad, obtener la información necesaria y aplicar las medidas oportunas para su prevención y control». Su reto: lograr integrarse de manera orgánica en la empresa y que su trabajo sea visto como algo necesario y natural.
¿Os recuerda a algo todo esto? Pues bien, comparto a continuación, porqué me han llamado la atención las noticias:
- Porque al margen de las nuevas responsabilidades penales derivadas de la reforma del Código, para las que sinceramente creo que debe ser un perfil jurídico quien vele por ellas, el profesional de Regulatory ha velado y vela por el cumplimiento regulatorio en un importante numero de áreas/actividades entorno al mundo del medicamento y otros productos farmacéuticos, no solo en lo relacionado con la promoción de los mismos que quizá sea lo más conocido, sino en muchas áreas donde la regulación, las GxPs y demás normas, son de obligado cumplimiento. Es el Regulatory quien vela por ello.
- Porque me veo identificada plenamente con la terminología cumplimiento, regulatorio, compliance, «asuntos internos» y sus responsabilidades como Role.
- Porque nuestro conocimiento legislativo en un área tan amplia como compleja, como es el Derecho Farmacéutico, nos sigue situando como los «expertos» necesarios para seguir realizando un tarea de vital importancia: el cumplimiento regulatorio en torno al medicamento y demás productos del sector salud.
- Porque como citaba en mi post Regulatory Affairs: el+buscado en 2015, hagamos igualmente que Regulatory siga siendo una de las profesiones con más futuro.
- Porque es necesario trabajar muy de la mano con nuestros compañeros de Business Conduct, Legal, Compliance para incorporar y embeber en las organizaciones el total cumplimiento de la ley dentro del marco ético que nos demandan las normas y la sociedad.
Una vez más, demos valor a algo que ahora cobra especial relevancia para la organización y sus responsables, pero que ha formado y forma parte de nuestro ADN durante años, décadas; décadas de fino, riguroso y pulcro cumplimiento regulatorio entorno al medicamento y demás productos farmacéuticos, que son los activos y razón de ser del sector farmacéutico: comercializar productos farmacéuticos para generar beneficios a la compañía en un sector estratégico y beneficios en Salud a los pacientes y la Sociedad. ¿Quién vela porque esto se realice dentro de la ética y el marco legal que aplica?
Si quieres leer la noticia completa, pincha aquí: Vigilar que tu empresa cumpla la ley: una de las profesiones del futuro
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