Nos acercamos a final del año, un momento en el que en muchas compañías se realiza una evaluación del desempeño, del cumplimiento de objetivos y si tenemos suerte, la revisión de nuestro plan de desarrollo.
No voy a hablar de evaluación de desempeño, no es lo que toca, sino invitar a una reflexión y a hacernos una serie de preguntas, muy pertinentes, para diseñar mi plan de desarrollo del próximo año:
- ¿Tengo claras qué competencias necesito para el desempeño de mis responsabilidades en Regulatory?
- ¿Tengo claro cuál es mi «mapa de competencias» actual e ideal, al que quiero llegar?
- ¿Alguna vez me he planteado este mapa como un proceso como una hoja de ruta de mi desarrollo profesional?
- ¿Están en equilibrio mis competencias «hard» y «soft»?
Quizá seas de los afortunad@s que tienen un jefe o un Business partner de RRHH, o los dos, que es aún mejor opción, que se sientan contigo para hablar de competencias de tu role y de cómo desarrollarlas. Si es así, enhorabuena! si no tendrás que ser tú quien lo proponga.
Hay un reto más a la hora de elaborar y trabajar tu mapa de competencias y es el balance entre tus competencias hard y tus competencias soft.
Las competencias hard se refieren a los conocimientos técnicos propios de nuestra actividad. Ello debe ir acompañado de competencias como Cumplimiento, Planificación y organización, Rigurosidad y minuciosidad, Sentido de la efectividad, Orientación a resultados, Integridad…entre otras, todas ellas necesarias para el desempeño en un área técnica que exige rigor, cumplimiento y alta eficiencia. Son, en general, competencias Intelectuales
Las competencias soft están más ligadas a aspectos “actitudinales”, y se relacionan en gran medida con la personalidad del individuo, lo que no quiere decir que no puedan (y deban) desarrollarse. Son, en general, competencias Conductuales.
En Regulatory con mayor preponderancia, y a veces casi exclusivamente nos formamos/actualizamos en la parte hard de nuestro role, lo que nos convierte en profesionales (muy) solventes técnicamente, pero (a menudo) con débiles habilidades sociales y de gestión, es decir, en competencias Soft. Incluso, trayéndolas de serie en nuestra personalidad, a menudo las dejamos en un segundo plano. Parecen no «pegar» con nuestro role más «serio» y menos «social, relacional, creativo, negociador, y estratégico».
El profesional de Regulatory debe trabajar las competencias en un sentido amplio y buscando el equilibrio. De nada nos sirve conocer al dedillo la norma, los procesos si no tenemos habilidades de negociación, orientación al cliente (interno y externo), escucha empática o sabemos realizar preguntas adecuadas.
En Coaching se trabaja una distinción muy importante: «no soy lo que hago». Debemos evitar que nos convirtamos en nuestro role. Nuestro role es muy hard, muy técnico, riguroso, rígido, reglado, y a menudo poco relacional (normalmente por incomprensión). Evitemos que «seamos lo que hacemos», que nos volvamos excesivamente hard y esto impacte en la visión que otros tienen de nosotros: poco flexibles, rígidos, intransigentes (a veces), poco orientados a negocio, comunicación no todo lo eficaz que debiera ser, poco ágiles en la toma de decisiones….
Os propongo una representación que me parece sumamente gráfica, y que es una representación cartesiana de la conjunción competencias hard/soft y en consecuencia qué tipo de profesional seré: Hard, Soft, Crack o Plof.
En el gráfico vemos que para ser un profesional «completo» y con proyección, independientemente de cuál sea mi role, debo tender al Cuadrante +/+: solidas competencias hard, que me permitan ser competente en mi desempeño y solidas competencias soft, que me conviertan en un profesional de valor interrelacional, una persona de equipo y con visión de negocio.
Preparemos nuestro perfil de competencias y su desarrollo para el próximo año, con la visión de convertirnos en profesionales Cracks
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