La diversidad de género es un «trending topic» y no sin razón: techos de cristal, desigualdad de salario, discriminación…, en su extremo más terrible, la violencia de género. Todos temas de gran trascendencia social, pero que no son el propósito de este post, sino mi propia reflexión de porqué el colectivo de #Regulatory es mayoritariamente femenino; algo que me he preguntado muchas veces:

¿Por Qué de forma consistente en el tiempo, las personas que se dedican a Regulatory son, por aplastante mayoría, mujeres?. 

«That is the question».

No creo que estemos en un caso de discriminación positiva, pero los hombres que se dedican a este perfil, al menos en España, se cuentan con los dedos de la mano (me alegra ver que esto va cambiando poco a poco). Y digo en España porque durante mi carrera profesional entre mis colegas de otros países como UK, Alemania, Benelux, USA, Portugal, Holanda… si había hombres «regulatorios» ¿Curioso?.

Todavía hoy:

#Regulatory, for good and for bad, es un universo «femenino».

Y ¿porque me meto en este charco? ¿es relevante? ¿es tan solo curioso? … pues hay un motivo: conversando con la responsable de RRHH de una compañía en el trabajo previo a un proceso de formación con el equipo de Regulatory de su compañia,  me llamó poderosamente la atención, que me dijese: «además es un equipo muy feminizado», refiriéndose a ello como un área a trabajar o en la que intervenir en el trabajo a realizar con el equipo. Desde entonces, esto me ronda en la cabeza.

Mi objetivo no es concluir con una explicación, porque sería imposible además de poco certera,  sino abrir una reflexión, un debate para:

  1. Demostrar que quizá no se están desplegando todas las capacidades en el desempeño del rol, es decir, utilizar esas «armas de mujer».
  2. Quitar esa especie de mantra/etiqueta que he oído tantas veces: «en Regulatory sois todo mujeres» y restar a ese «feminizado» cualquier matiz peyorativo, que pueda contener.

Hay un dato claro: para esta posición se requiere formación en ciencias de la salud y el 72% de los universitarios Españoles en Ciencias de la salud son mujeres (Informe OCDE 2017). Otro dato, el 30% de los estudiantes de postgrado en Industria farmacéutica inician su carrera profesional en Regulatory (CESIF). Estas cifras son actuales y la «abundancia» de género femenino en este área ha ocurrido siempre. Vayamos, por tanto, un poco más allá.

Huyendo del estereotipo de que hombres y mujeres somos diferentes, y dejando claro que la neurociencia y la psicología debaten continuamente sí realmente hay diferencias o no; y por supuesto sin ser yo «nadie» en esta materia tan compleja, me voy a aventurar a indicar que algunas de las hipótesis/evidencias sobre estas «diferencias» si pueden explicar, porque para un rol, que require capacidad analítica, planificación, meticulosidad, centrarse en la tarea, rigor… la mujer pueda tener unas capacidades «innatas» más «orientadas» para estas competencias. Allá voy, probablemente de manera muy poco ortodoxa, parece ser que:

  • La mayor conectividad inter-hemisferios en la mujer, hace que sea más analítica, tenga mejor atención y verbalización.
  • El córtex prefrontal relacionado con la planificación, toma de decisiones y resolución de problemas está más desarrollado en la mujer.
  • La mujer domina mejor el aprendizaje verbal y tiene una superioridad clara en la expresión verbal
  • La mujer tiene más habilidades conversacionales, habilidades de oposición asertiva y habilidades empáticas y de expresión de sentimientos positivos

Una reciente encuesta, que Regulatory3.0 ha realizado en con HAYS, arroja algunas conclusiones sobre cuáles son las competencias «percibidas» por los profesionales de Regulatory, como más importantes en el desempeño de su actividad, indicando la gestión del tiempo, capacidad organizativa, y capacidad analitica como las mas importantes. Algo va cuadrando…

comptencias ra hays

Sorprende que la negociación o la comunicación influyente, competencias clave en perfiles estratégicos, no sean percibidas como influyentes en la productividad.

En toda negociación hace falta empatía y capacidad de influenciar (persuadir que no manipular), para lo que las habilidades conversacionales y la capacidad para expresar opiniones y oponerse de forma «asertiva» (sin imponer ni «dañar» al otro) son capacidades de gran valor. Ambos, empatía y habilidad conversacional son puntos fuertes de la mujer, por lo que quizá no se estén aprovechando todas las capacidades que tiene el sexo femenino para ser unas buenas «negociadoras» (no «negociantas»), competencia clave en un perfil estratégico como es Regulatory.

De forma recurrente, en los cursos que imparto para el desarrollo de competencias y habilidades del perfil de Regulatory, más allá de la capacitación técnica, los participantes se autodenominan como equipos (departamentos) «oscuros», «poco visibles», «no nos entienden», lo que me parece también un «desperdicio» de las habilidades conversacionales y capacidad de influir, a la hora de comunicar el valor que aporta la función a la organización y aumentar su visibilidad.

MORALEJA: #Regulatory, cuestión de género, sí pero, en positivo.

Utiliza tus «armas de mujer» para desplegar todo tu potencial. #Regulatory es estrategia y gestión, no solo tarea y minuciosidad. 

ABIERTA LA MATRÍCULA PARA LA III EDICIÓN (Marzo 2019 en Madrid) del Programa de Desarrollo de Competencias y Habilidades para “REGULATORY AFFAIRS: Socio estratégico en el Sector Salud”, de Regulatory3.0 en colaboración con Cesif

Vídeo con testimonios de los alumnos

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